Josh es un veterano del ejército y de la guerra de Irak en tres ocasiones. Después de su servicio militar, se unió al Departamento de PolicÃa de Charlotte Mecklenburg, donde se desempeña como supervisor de patrulla. Durante más de 20 años, ha llevado la espada por su paÃs y su comunidad. Ha visto de primera mano la fragilidad de este mundo y su desesperada necesidad de un salvador. Desde que fue salvo, sus ojos se han abierto a la verdad radicalmente simple de que el evangelio es la respuesta a los desafÃos más difÃciles del mundo, incluida la justicia social. En y a través de Cristo, el enemigo al que le enseñaron a luchar y a temer se ha convertido en el prójimo al que ha aprendido a amar con profunda compasión.
Josh estudió Justicia Penal y tenÃa la intención de retirarse del departamento de policÃa, pero eso cambió drásticamente después de un viaje misionero de corto plazo en el verano de 2023. La gente y el paÃs de Guatemala pesaban mucho en su corazón, y comenzó a prepararse para regresar más equipado el año siguiente. Estudió español y se inscribió en una maestrÃa en Plantación de Iglesias en SEBTS. Josh dirigió un equipo el verano siguiente y, con un corazón cambiado y los ojos abiertos, el Señor lo llamó a dejar el servicio civil y dedicarse exclusivamente al propósito de su reino en Centroamérica.
Brandy encontró un respiro de su hogar disfuncional de la infancia en la estructura, la rutina y la seguridad de la escuela pública. Sus experiencias de la infancia la llevaron a una carrera en educación. Tiene un corazón para los estudiantes desfavorecidos y una pasión por aprovechar la alfabetización y el aprendizaje como el camino para salir de la pobreza. Tiene una maestrÃa en currÃculo e instrucción y una certificación de la Junta Nacional en lectura y artes del lenguaje. El Señor le ha enseñado gentilmente que Su pueblo es destruido por falta de conocimiento, no por falta de educación, y que la pobreza espiritual solo puede ser abordada por el evangelio. A través de una dulce y vulnerable solicitud de una mujer más joven, que querÃa aprender a leer y comprender su Biblia, se abrió para Brandy la puerta del discipulado femenino. Allà encontró la hermosa unión del don de Dios y Su verdadero llamado en su vida.
Andando en sus dones espirituales, no se avergüenzan del evangelio, pues tiene poder para salvar. Se dedican apasionadamente no sólo a la evangelización, sino a equipar y caminar junto a sus hermanos y hermanas, ayudándolos a buscar y encontrar vida en abundancia. Se están preparando para servir a los pastores, a sus familias y a sus iglesias en Guatemala a través del cuidado pastoral, el discipulado y la educación.
Mientras nos preparamos y avanzamos, nuestra mayor necesidad son socios que oren con nosotros y brinden apoyo financiero para la obra que Dios está haciendo en Guatemala. Si está interesado en ser un colaborador mientras llevamos a cabo la Gran Comisión, visite nuestra página de donaciones .